1999 fue un punto crítico en la historia de los Medias Rojas. Los propietarios estaban planeando construir un nuevo Fenway Park, por lo que el mercado de Boston fue elegido para albergar el All Star Game de 1999. Sin embargo, como el destino lo diría, el nuevo estadio nunca se construyó, y la fortuna favoreció la tradición sobre las comodidades modernas. Hoy, en retrospectiva nos permite ver que la elección fue la correcta. Fenway Park sigue siendo uno de los diamantes más preciados del béisbol, y este retroceso conmemora el 70o Juego de Estrellas de la MLB. Con un parche lateral que evoca sus propias vibraciones de Green Monster tanto en tamaño como en color, esto es tan parte de la historia como el propio estadio. Representa uno de los puntos de referencia del béisbol.
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